En el programa A Hombros de Gigantes del pasado lunes
17 hablamos sobre la leyenda de Guillermo Tell y de cómo con su ballesta transformó la energía.
Según esta leyenda, Tell era un ciudadano de la
localidad de Bürglen, en Suiza, dotado de una gran pericia en el lanzamiento
de flechas con la ballesta. Un cierto día del año 1276, el gobernador del
cantón de Uri se vio seriamente ofendido al ver que Guillermo no se
inclinaba ante un sombrero, símbolo de la autoridad, colocado en el poste
ubicado en medio de la plaza principal
de la localidad de Altdorf.
Ya que
Guillermo Tell era conocido por su arte con la ballesta, le obligó a realizar la siguiente prueba:
colocarse a una cierta distancia y disparar a una manzana situada sobre la
cabeza de su hijo menor.
Con ayuda de su ballesta,
Guillermo Tell transformó la energía potencial elástica en
cinética con tal pericia, que evitó la muerte de su hijo menor. Más tarde, y
con ayuda de esa misma transformación de energía, terminó con la vida del
tirano gobernador del cantón de Uri.
Puedes escuchar el programa si pulsas el siguiente enlace
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