El 3 de junio de 1986, vino a este mundo Rafael
Nadal, un magnífico tenista. Aprovecharemos esta efeméride para comentar un concepto físico que sabe
emplear a la perfección, el impulso.
El efecto con el que actúa una fuerza sobre un objeto depende, entre
otras cosas, de la magnitud de la fuerza y del tiempo durante el que
actúa. Se denomina como impulso mecánico, como el producto de la fuerza
por el tiempo en la que actúa. Es una magnitud vectorial que tiene la
dirección y sentido de la fuerza y sus unidades en el sistema
internacional son N×s.
La fuerza, al actuar sobre un cuerpo durante un instante, varía su
cantidad de movimiento (la cantidad de movimiento de un objeto es el
producto de su masa por su velocidad).
Nadal, al golpear fuerte durante un brevísimo tiempo la pelota con su
raqueta la devuelve con un gran impulso, experimentando un cambio muy
grande de su velocidad en un breve periodo de tiempo ¡ y bien lo saben
sus contrincantes!
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