En el programa del pasado 15 de abril realizamos una breve descripción de la biografía de Wamba, un rey visigodo
que perdió por una argucia y nos acercaremos con el al concepto de inmovilidad.
Según cuenta la tradición, el 14 de octubre
de 680, el conde Ervigio mando que le prepararan infusión
de hierbas pero aderezada con un potente
hipnótico. El incauto Wamba, tras tomarlo, calló en un profundo letargo víctima
de aquel brebaje.
El arzobispo
de Toledo se encargó de seguir con los trámites que se realizaban al morir un
rey: le tonsuraron y le vistieron con
los hábitos de monje.
Como la dosis no
fue letal, Wamba se recuperó en cuanto se le pasaron los efectos de la droga pero nada pudo hacer
ya que existía una norma que prohibía ser coronado rey a toda persona que
hubiese llevado hábitos.
Por
tanto Wamba perdió el trono mientras se
encontraba inmóvil en la cama y vestido con los hábitos de monje. Esto nos
lleva a plantearnos la siguiente
pregunta: ¿estaba
realmente quieto Wamba mientras dormía?
En el programa analizamos la velocidad a la que viajaba Wamba, aparentemente inmóvil, teniendo en cuenta las velocidades relativas de la Tierra, el Sol, la Vía Láctea y los cúmulos de galaxias.
Puedes escuchar la sección completa en el siguiente enlace
No hay comentarios:
Publicar un comentario