La mayor parte
de lo que sabemos sobre la Guerra de Troya se
los debemos a dos textos, la Ilíada y la Odisea, ambos atribuidos a Homero.
Según esta
leyenda, la mujer más hermosa del mundo, Helena, hija de Zeus y Leda, estaba
casada con Menelao, rey de Esparta.
Menelao invitó a
Paris, príncipe de Troya, y tras gozar de su hospitalidad, Paris raptó a Helena. Menelao, furioso, reunió a todos
los reyes y príncipes de las
ciudades-estado de la antigua Grecia con el fin de preparar un gran ejército
contra Troya.
Los
aliados construyeron un enorme caballo de madera en cuyo interior portaba una
tropa de soldados. Los troyanos, al ver aquel enorme caballo pensaron que se
trataba de un regalo, lo aceptaron y lo transportaron dentro de la ciudad.
Los aliados fingieron irse, y los troyanos, envalentonados, bajaron la guardia y celebraron una gran fiesta en la que el vino fue el gran protagonista. Por la noche los soldados del interior del caballo salieron y abrieron las puertas de la ciudad permitiendo la entrada del resto de su ejército.
Los aliados fingieron irse, y los troyanos, envalentonados, bajaron la guardia y celebraron una gran fiesta en la que el vino fue el gran protagonista. Por la noche los soldados del interior del caballo salieron y abrieron las puertas de la ciudad permitiendo la entrada del resto de su ejército.
Tras aquella
borrachera de sangre y violencia, el ejército aliado regresó con la buena
noticia a sus ciudades-estado y además…con Helena.
En el programa del día 18 de mayo de A Hombros de Gigantes de RNE y dentro de la sección dedicada a explicar grandes hechos históricos, mitos y leyendas desde el punto de vista de la física hablamos sobre La Guerra de Troya. Explicamos cómo se transmitían las noticias en aquella época y lo aprovecharemos para explicar, ya en la actualidad, el fundamento de la fibra óptica.
Si quieres escuchar el programa puedes pulsar sobre
el siguiente enlace.
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