viernes, 4 de noviembre de 2016

El primer ejecutado en la silla eléctrica




En la prisión de Auburn, Nueva York, cerca de las seis de la mañana del 6 de agosto de 1890, un gran número de personas espectadores, periodistas, electricistas y autoridades esperaban contemplar… la primera ejecución en la silla eléctrica.   

El ajusticiado era William Kemmler, un frutero de 28 años que  asesinó a su mujer con ayuda de un hacha. En definitiva, un mal hombre al que las autoridades condenaron a ser la primera persona ejecutada en la silla eléctrica.

Este macabro invento se le ocurrió al ingeniero estadounidense Harold P. Brown, a su vez trabajador de la empresa del todopoderoso Edison. En estos años tenía lugar lo que se denominó como La Guerra de las corrientes y en la que competían los que apostaban por la corriente continua con Edison y su empresa a la cabeza y los que apostaban por la corriente alterna defendida por Nikola Tesla y la compañía  George Westinghouse.

Tras 17 segundos de angustia provocados por los cerca de 2000 V a que fue sometido, el reo fue declarado muerto, pero, de repente, su cuerpo comenzó a temblar. Tras un corto periodo de tiempo,  llegó la segunda descarga y …la muerte.
El uso de la silla eléctrica fue decayendo en los EEUU en pro de la inyección letal, pero creo que aún permanece como opción a elegir por el reo en algunos estados.

En el programa A Hombros de Gigantes de RNE y dentro de la sección que explica grandes hechos históricos, mitos y leyendas desde el punto de vista de la física, nos trasladaremos con la máquina del tiempo para presenciar la primera ejecución llevada a cabo en la silla eléctrica. Hablamos sobre aquel macabro invento y aprovecharemos aquel pasaje para explicar algunas nociones de electricidad.
Puedes escuchar el programa si pulsas sobre el siguiente enlace.



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