El 30 de
junio de 1859, pasadas las 5 de la tarde, y en las
cataratas del Niágara, un gran número de personas, dicen algunas crónicas
que entre 5000 y 10000, presenciaron como
Jean-François Gravelet, más conocido como el Gran Blondin, un afamado funámbulo,
realizó una gran proeza, cruzar los 335
metros de la garganta de las Cataratas del Niagara sobre una cuerda situada a 50 metros de altura.
Repitió aquella experiencia varias ocasiones
durante los años siguientes, cada vez con mayores acrobacias y dificultades:
con una carretilla, cocinando una tortilla, con zancos e incluso… llevando
a su representante a caballito…
En el programa del día 26 de diciembre de A Hombros
de Gigantes de RNE y dentro de la sección que explica grandes hechos
históricos, mitos y leyendas desde el punto de vista de la física, nos trasladamos con la ayuda de la máquina del
tiempo hasta 1859 para presenciar como Charles
Blondin recorre los 335 metros que
separan las dos riberas de las cataratas del rio Niágara y explicamos el porqué
los funámbulos van equipados con esa barra de gran longitud.
El funámbulo, al llevar consigo esta barra aumenta
el momento de inercia y con ello la resistencia al giro, logrando mantener el
equilibrio. Puedes escuchar la sección completa si pulsas sobre
el siguiente enlace.
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