En
Valladolid, el 2 de agosto del año 1602, y ante el mismísimo rey Felipe III acompañado
de su corte, Jerónimo de Ayanz y Beaumont, considerado por algunos como el
Leonardo Da Vinci español y del que por desgracia poco se conoce en la
actualidad, realizó una demostración ante
el rey para demostrar las bondades de su nuevo invento, un rudimentario equipo
de buceo fabricado a base de cuero, plomo y tubos unidos a un fuelle colocado
en el exterior y por el que se extrae y envía aire a un buzo equipado con una
escafandra.
La
demostración resultó todo un éxito, tras una hora de inmersión, el rey Felipe
III se cansó de esperar y pidió que subieran al buzo, ¡y así se hizo ante un
gran aplauso por parte de los asistentes!
En
el programa “A hombros de gigantes” de RNE , y dentro de la sección que explica
grandes hechos históricos, mitos y leyendas desde el punto de vista de la
física, nos trasladamos con la ayuda de la máquina del tiempo hasta el 2 de agosto de 1602 para
presenciar la primera inmersión prolongada con el fin de explicar algunos
conceptos físicos presentes en el buceo. Aprovechemos este pasaje para explicar
algunos fundamentos físicos presentes en el buceo.
Puedes
escuchar el programa entero si pulsas sobre el siguiente enlace.
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