El 12 de abril de 1831, los 72 soldados de la 60ª
compañía de fusileros marchaba al paso hacia el puente de Broughton, un puente colgante
que atravesaba el río Irwell.
Cuando cruzaban, el puente comenzó a balancearse con el paso cada vez con mayor
intensidad hasta que uno de los pilares que sustentaba la catenaria se desplomó y con ello,,,, el puente.
La mayor parte de la compañía cayó al rio, un río de poco más o menos un metro de
profundidad y por fortuna no hubo víctimas
mortales, eso sí, bastantes heridos con roturas y contusiones.
En un principio se achacó el incidente al fenómeno
físico denominado resonancia.
Investigaciones posteriores argumentaron fallos
estructurales presentes en el puente como por ejemplo, tornillos, pernos o
anclajes deteriorados, por pudo deberse a un diseño mal planteado de la
estructura o a un mantenimiento deficiente. Unos fallos estructurales que,
junto a la acción del peso y los golpes de los 74 soldados, repercutieron en su
destrucción.
Sea como fuese, el fenómeno de resonancia pudo acelerar
el proceso de destrucción de este puente, que tarde o temprano hubiese tenido
lugar.
En el programa a hombros de gigantes de RNE y dentro
de la sección que explica grandes hechos históricos, mitos y leyendas desde el punto de vista de la física,
nos trasladamos con la ayuda de nuestra máquina del tiempo para explicar el
fenómeno físico conocido como resonancia.
Si quieres escuchar el pasaje completo pulsa sobre el
siguiente enlace.
RESONANCIA
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