viernes, 28 de marzo de 2025

Carreras de galgos

 

De cuando en Madrid se hacían tres carreras de galgos a la semana en el Stadium Metropolitano, también conocido como el Stadium de Vallecas y a cargo del Club Deportivo Galguero.
Al no poder costear el costoso sistema británico de liebre mecánica (valorado en 400.000 pesetas), se optó por un método más sencillo: una liebre disecada montada sobre un trineo tirado por un cable, accionado manualmente. Aunque existía el temor de que los perros alcanzaran y destruyeran la liebre o que se rompiera el cable, estos incidentes ya habían ocurrido sin mayores consecuencias.
Antes de cada carrera, se colocaban dorsales a los galgos y se los encerraba en cajones de salida. La liebre se ponía en movimiento y, al pasar frente a los cajones, se abrían las compuertas y los perros salían disparados a perseguirla. El trineo simulaba el movimiento natural del animal, engañando con éxito a los galgos. También se celebraban carreras con obstáculos, donde algunos perros destacaban por su destreza.
Inicialmente, se pensó en importar galgos británicos, pero la experiencia demostró que los españoles eran igualmente válidos, incluso más resistentes. La organización confiaba en que este deporte atraería al público, destacando la nobleza de estos animales y el carácter limpio de la competición.



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