La Biblioteca infantil del Parterre era un lugar tranquilo y hermoso, rodeado de naturaleza, donde los niños leían y disfrutaban del sol. Alrededor de 50 lectores asiduos asistían a diario.
La Biblioteca del Paseo de Coches, cerca del monumento a Galdós, tenía un público principalmente adulto, aunque también atraía a niños. En días buenos, recibía unos 100 visitantes al día. El encargado destacaba que las obras de los clásicos eran las más pedidas, y se valoraba el ambiente del lugar para disfrutar de la lectura.
Por último, la Biblioteca del Parque Zoológico estaba especializada en obras de Historia Natural, Botánica y Mineralogía. Los visitantes, tras recorrer el zoológico, se interesaban por aprender más sobre los animales y sus hábitos, consultando los libros especializados en la biblioteca del parque. Este aspecto cultural de las bibliotecas del Retiro era motivo de orgullo para la ciudad, contribuyendo al enriquecimiento cultural y educativo de Madrid.
Biblioteca infantil del Parterre. Biblioteca Nacional de España, 1930
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