Según algunas crónicas, los accidentes de automóvil eran frecuentes en el Madrid de 1930 y evidenciaban tanto el aumento del uso de vehículos en España como la falta de disciplina de muchos conductores. Según expertos, como el célebre motorista Vicente Naure, una de las causas principales era la deficiente formación de los conductores, quienes obtenían su carnet tras apenas media hora diaria de práctica durante quince días. En casos extremos, los aspirantes iban a otras ciudades como Guadalajara para obtener la licencia fácilmente.
También se mencionan zonas peligrosas como la Cuesta de las Perdices, donde la velocidad y el mal estado físico de algunos conductores tras volver a Madrid contribuían a los accidentes. Además, se critica la actitud irresponsable de algunos conductores jóvenes, que compiten en la carretera y provocan situaciones peligrosas con comportamientos arrogantes y agresivos.
Además, y con los ojos del presente, habría que añadir las carreteras y la tecnología de aquellos vehículos.
Para terminar, fijaros en el pie de la imagen, ¿poco acertado verdad?
Biblioteca Nacional de España, 1930.

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