viernes, 11 de julio de 2025

La vida agitada de Peter Klems: soldado, desertor y rebelde

Peter Klems, nacido en Alemania y también conocido como Erich Müller, es una figura legendaria por su vida llena de contradicciones, deserciones y episodios épicos. Su biografía mezcla hechos bélicos con deslealtades y una pulsión por la guerra casi patológica. Su vida parece extraída de una novela de espías o de un drama existencial donde el protagonista no encuentra sitio en el mundo.

En 1921, Klems se alistó en la recién fundada Legión Española, usando el nombre Erich Müller. Llegó a Ceuta en condiciones físicas precarias, pero rápidamente destacó por su valor frío y metódico. Se ganó el respeto de sus superiores y el afecto de sus compañeros, convirtiéndose en sargento y, luego, en suboficial.

Durante la guerra del Rif, demostró una gran capacidad como combatiente: lideraba asaltos arriesgados, guarnecía blocaos y realizaba misiones peligrosas sin vacilar. Pero en noviembre de 1921, sin aviso alguno, desapareció del campamento de Zoco el Had. No fue una baja más: desertó al enemigo, algo casi impensable.

Pocos días después se confirmó que se había pasado al bando de los rebeldes rifeños. No solo cambió de bando, sino que organizó, entrenó y dirigió tropas indígenas contra los que habían sido sus compañeros. Con conocimientos militares europeos y una mente táctica excepcional, se convirtió en un peligroso jefe guerrillero conocido como El Hadj Alimán.

A pesar de su eficiencia militar, sus propios subordinados rifeños comenzaron a desconfiar de sus motivaciones. No comprendían por qué un europeo luchaba con tanto fervor por su causa. Temían una traición encubierta, por lo que algunos conspiraron para asesinarlo.

Klems, advertido por un fiel seguidor, abandonó el Rif y cruzó a la zona francesa, donde volvió a alistarse —esta vez en la Legión Extranjera Francesa. Allí repitió su historia: fue valiente, ascendió, fue citado con honores, y también desertó.

Nuevamente, Peter Klems volvió a unirse a las fuerzas rifeñas, pero esta vez al servicio directo de Abd-el-Krim, el líder de la resistencia contra los franceses y españoles. Klems ofreció su experiencia militar como jefe técnico. Abd-el-Krim, entendió el valor estratégico de aquel europeo errante y lo aceptó en su Estado Mayor.

Su participación fue clave en la resistencia hasta que Abd-el-Krim se rindió en 1926. Klems, fiel a su naturaleza, no depuso las armas. Se refugió con un grupo de rebeldes en las montañas hasta ser capturado por tropas coloniales francesas tras una emboscada organizada por el capitán Schmidt, del servicio de inteligencia.

Klems fue juzgado por un tribunal militar francés, condenado a muerte, pero su pena fue conmutada por cadena perpetua gracias a presiones diplomáticas. Fue enviado a la colonia penitenciaria de La Guayana Francesa, una prisión brutal que albergaba a criminales y rebeldes del Imperio Francés.

No tardó en escaparse, como otros célebres presos del penal (como Henri Charrière, conocido por Papillon). En 1930, fue avistado en Las Palmas de Gran Canaria, andrajoso, pero sereno, dando señales de inquietud. Su paradero posterior es incierto.

Biblioteca Nacional de España,1931.


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