
Leadville entonces era una ciudad minera ubicada en las Montañas Rocosas, en
pleno Oeste, un lugar en donde el dinero circula a gran velocidad debido a sus minas de plata y las balas… también. El mismísimo Wilde fue advertido que podrían
asesinarle a él y a su agente, a lo que contestó con sorna… “no me intimida lo
que puedan hacerle a mi agente”.
Wilde
fue invitado un buen día a tomar un whisky en el saloon, y es que, en palabras
de Wilde, a la hora de cenar, el primer plato es whisky, el segundo
whisky y el tercero whisky.
En
aquel lugar había un cartel situado sobre el piano, con el siguiente texto:
«Se
ruega al público que no dispare al pianista, lo hace lo mejor que puede».
En
palabras de Wilde: << me encontré con el único método racional de crítica
artística que jamás había visto, la mortalidad entre los pianistas de aquel
lugar era asombrosa>>
Esto lo dejó reflejado
poco tiempo después, tras su vuelta a Inglaterra en una publicación: Impressions
of America (Impresiones de Estados Unidos).
En
el programa “A hombros de gigantes” de RNE del día 5 de noviembre y dentro de la sección que explica
grandes hechos históricos, mitos y leyendas desde el punto de vista de la
física acompañamos gracias a nuestra máquina del tiempo a Oscar Wilde durante
su viaje por el lejano Oeste con la intención de responder a esta pregunta..¿ cuáles
son los riesgos de disparar hacia el cielo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario