En una época en que el deporte y las armas eran casi exclusivos del mundo masculino, Paquita Morales irrumpió con precisión y carácter para hacer historia. Fue la primera mujer en España en obtener la medalla de oro del Tiro Nacional con revólver, un logro reservado hasta entonces a una élite de tiradores —y casi todos hombres.
Corría 1931. España vivía los primeros tiempos de la Segunda República. Curiosamente, su entrada al mundo del tiro fue casi accidental. Trabajadora en una joyería barcelonesa, se interesó por el Tiro Nacional al ver que sus socios podían llevarse libros prestados. Su pasión por la lectura la llevó a inscribirse, sin sospechar que terminaría destacando por su puntería. Empezó a practicar con discreción, pero su progreso fue tan rápido que en apenas un año se encontraba compitiendo al máximo nivel.
El 24 de septiembre de 1931, Paquita dio un paso más allá: se presentó oficialmente a la prueba de tiro con revólver. Diez disparos. Noventa puntos. Una media perfecta de nueve por tiro. Con ese resultado, ganó la medalla de oro, una hazaña que dejó asombrados a sus compañeros y convirtió su nombre en noticia nacional.
Según quienes la conocieron, Paquita destacaba no solo por su precisión milimétrica, sino por su modestia, simpatía y temple. Fabricaba sus propios cartuchos y entrenaba con seriedad, pero nunca con arrogancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario