El conflicto comenzó con una huelga telefónica que derivó en una huelga general, provocando enfrentamientos violentos entre los obreros y la Guardia Civil. Durante estos hechos, varias personas resultaron heridas o muertas, incluyendo a Don Isidro Floria, un agente comercial que falleció en un tiroteo, y Don Tomás López, conductor de tranvía, gravemente herido. También resultó herido Don Enrique Moret, cobrador de la empresa Eléctricas Reunidas. La Guardia Civil patrulló las calles de Zaragoza para controlar la situación, mientras los huelguistas realizaron actos de sabotaje, como cortar cables telefónicos y arrancar un cable de la fachada, dejando los alambres tendidos en la vía pública.
Biblioteca Nacional de España, 1931
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