jueves, 14 de agosto de 2025

Historia de Tomasín Gómez y Celestina García

En los años 30, el pequeño Tomasín Gómez, de apenas tres años, vivía una situación de maltrato constante en casa de su madre, Carmen, y del compañero de esta, Juan Pro. Dormir en el suelo, recibir palizas e incluso ser sumergido en agua fría mientras dormía formaban parte de su día a día.

Celestina García, que lo había criado desde el día siguiente a su nacimiento, se enteró de la gravedad de la situación y decidió actuar. Enviando a familiares a recoger al niño, lo rescató en pijama y lo llevó primero a la Comisaría y después a su casa. La denuncia provocó la detención de Carmen y de Pro esa misma noche.

El caso conmovió a todo Torrijos: la gente lo reconocía por la calle, lo colmaba de cariño y elogiaba la valentía de Celestina. La justicia le otorgó la custodia definitiva, y bajo su cuidado, Tomasín creció protegido y querido.

Biblioteca Nacional de España, 1932.


África Llamas de Rada (1911-2010)


África Llamas de Rada nació en León el 23 de agosto de 1911, el mismo año en que un avión sobrevoló por primera vez la capital leonesa. Provenía de una familia acomodada y numerosa ,era la menor de doce hermanos, y su padre, abogado de prestigio, se trasladó a Madrid cuando África tenía un año.

De espíritu independiente, a los 16 años debutó como actriz en la película muda Los vencedores de la muerte (1927), junto al galán Juan de Orduña, cobrando por ello 500 pesetas, una suma considerable en plena dictadura de Primo de Rivera, aunque nunca volvió a actuar.

En los años treinta, movida por su pasión por volar, se matriculó en el Aeroclub de Madrid (actual aeropuerto de Barajas). Para acceder al curso mintió sobre su edad.no había cumplido los 21 requeridos y ocultó su actividad a sus padres, financiando las clases con ayuda de una hermana. Fue la única mujer de su promoción y aprendió a volar en monoplanos y biplanos como la De Havilland.

El 22 de junio de 1932, se convirtió en la quinta mujer piloto de España y la primera leonesa en lograrlo. Sin embargo, ese mismo año contrajo matrimonio con un capitán de navío que no aprobaba su afición, lo que la obligó a dejar de volar. Falleció en 2010, a los 98 años.

Biblioteca Nacional de España,  1932 


miércoles, 13 de agosto de 2025

Margot Moles

 Margot Moles (1910-1987) fue una deportista española pionera en múltiples disciplinas, como atletismo, hockey, hierba, natación, esquí y lanzamiento de disco y martillo. 

Margot Moles nació en una familia burguesa catalana con una importante tradición intelectual y social. Su madre provenía de una familia establecida en Barcelona tras hacer fortuna en Cuba, y su padre, Pedro Moles Ormella, era maestro y licenciado en Filosofía y Letras. Además, tuvo varios tíos destacados: Juan Moles Ormella, ministro durante la Guerra Civil; Enrique Moles, químico y físico de gran prestigio; y Odón Moles, médico y director de un centro psiquiátrico. Este entorno influyó decisivamente en su formación y carácter.

Formada en la Institución Libre de Enseñanza y la Residencia de Señoritas, se convirtió en una de las atletas más destacadas de los años 30, batiendo récords nacionales y representando a España en competiciones internacionales. En 1936 participó en los Juegos Olímpicos de Invierno de Garmisch-Partenkirchen, siendo una de las primeras españolas olímpicas en deportes de invierno.

En 1928, Margot Moles comenzó a esquiar en la sierra de Peñalara, donde conoció al esquiador Manuel Pina Picazo, con quien formó pareja tanto sentimental como deportiva. Se casaron en 1934 en lo que fue llamado “la boda de los campeones”. Manuel Pina fue un destacado deportista y combatiente republicano durante la Guerra Civil, llegando a ser teniente de Infantería.

En 1939 tuvieron una hija llamada Lucinda. Mientras sus padres y hermano se exiliaron a México y luego a Estados Unidos, Margot decidió quedarse en Madrid. 

Tras la Guerra Civil, Manuel Pina fue fusilado en 1942.  Margot, debido a su vinculación con el republicanismo y la ejecución de su marido por el régimen franquista, fue apartada de la docencia de educación física y obligada a abandonar su carrera profesional. Durante el franquismo, trabajó en tareas domésticas y vivió en el anonimato, sin poder volver a ejercer como profesora ni como deportista.

En 1981 fue operada de cáncer de mama, y falleció en Madrid en 1987. Su figura quedó en el olvido durante décadas, hasta que a finales del siglo XX fue recuperada como símbolo del deporte femenino y de las mujeres represaliadas por el franquismo.

Biblioteca Nacional de España,  1932.




Entrevista a José Antonio Primo de Rivera en 1932

 En 1932, José Antonio Primo de Rivera, entonces un joven abogado de 29 años, era conocido sobre todo por ser hijo del general Miguel Primo de Rivera, jefe del Gobierno durante la Dictadura (1923-1930). 

En una entrevista realizada por la periodista Blanca Sirveira-Armesto confesaba que llevar un apellido célebre había sido más un estímulo que un peso. Consideraba que el nombre multiplicaba tanto aciertos como errores, y que su mayor empeño residía en su vida profesional. Durante el primer año de la Dictadura de su padre había ganado 1.085 pesetas, cantidad modesta que justificaba por su deseo de trabajar con independencia y sin aprovecharse de su posición.

Recordaba su infancia con afecto y humor. A los siete años escribía pequeños dramas en verso inspirados en Calderón y otras obras clásicas. Su primera vocación había sido la carrera militar, aunque pronto se inclinó firmemente hacia el Derecho. De su padre guardaba la imagen de un hombre sereno y optimista, “una fuerza latente de juventud y vida”, capaz de imponer respeto y, a la vez, de irradiar simpatía.

El Derecho era para él “Arquitectura, Ciencia y Arte”, una carrera que describía como “una novia” por la ilusión que le despertaba. Había comenzado a trabajar muy joven, con sueldos de 75 a 125 pesetas, y aseguraba que siempre encontraba facilidades, aunque mantenía una constante insatisfacción consigo mismo, fruto de su afán de superación.

En cuanto a sus aspiraciones, evitaba hablar de ideales rígidos, pero admitía que deseaba servir a España “de un modo grande e intenso”, preferiblemente desde un puesto de mando, aunque subordinaba ese anhelo a su carrera jurídica.  Soñaba con viajar por el mundo, no solo para ver, sino para vivir y sentir la vida en otros países, empapándose de sus ambientes y costumbres.

Biblioteca Nacional de España, 1932.



domingo, 10 de agosto de 2025

La fuente de los geólogos: un homenaje en piedra y agua a los pioneros de la ciencia en Guadarrama

 En la carretera que une Madrid con La Granja, cerca del Puerto de Navacerrada y frente a la silueta majestuosa de los Siete Picos, se levanta un rincón donde la naturaleza y la ciencia se dan la mano. Entre pinos altos y fragantes, brota el agua clara y fresca de la Fuente de los Geólogos, un sencillo, pero valioso monumento erigido en memoria de cuatro hombres que dedicaron su vida al estudio y amor por la naturaleza: Casiano de Prado, José Macpherson, Salvador Calderón y Francisco Quiroga.

La iniciativa de levantar la fuente fue del catedrático Eduardo Hernández-Pacheco, figura clave en la geología y defensor de la conservación de la Sierra de Guadarrama. El proyecto lo llevó a cabo el joven arquitecto Julián Delgado Úbeda, reconocido por sus construcciones de montaña, donde piedra y entorno se integran en armonía. 

La inauguración, celebrada el 12 de junio de 1932.  Asistieron personalidades del mundo de la ciencia, la educación y el pensamiento, todos ellos devotos de lo que se conocía como la “religión montañera”, aquella forma de vida que el pedagogo Francisco Giner de los Ríos supo transmitir como filosofía y ejemplo. Aquel día también quedó marcado por la presencia de personalidades de la política, como Julián Besteiro, entonces presidente de las Cortes. La Masa Coral del Instituto-Escuela, dirigida por el maestro Benedito, acompañó la ceremonia con canciones serranas. 

Durante el acto, Hernández-Pacheco pronunció un discurso emotivo, recordando que los geólogos homenajeados no solo fueron investigadores de la Sierra, sino también sembradores de cultura y amor por el paisaje. 

Biblioteca Nacional de España, 1932.





sábado, 9 de agosto de 2025

Victoria Kent y su intención de modificar el sistema penitenciario español

En 1931, durante la Segunda República, Victoria Kent fue nombrada directora general de Prisiones.  Abogada, diputada y defensora de los derechos humanos, llegó con una misión clara: humanizar las cárceles:

🔹 Aumentó la ración de comida de 1,15 a 1,50 pesetas sin pedir más presupuesto.
🔹 Retiró cadenas y grilletes de las celdas de castigo.
🔹 Cerró cárceles insalubres que compartían espacio con escuelas o establos.
🔹 Instaló calefacción en penales fríos como Salamanca y Burgos.
🔹 Autorizó conferencias, conciertos y visitas de la prensa.
🔹 Creó un buzón para que los presos enviaran quejas directamente a la Dirección General.

Su visión chocó con parte de los funcionarios de prisiones, acostumbrados a la rutina, la severidad y el aislamiento de los reclusos. Muchos no aceptaban que una mujer, y además con ideas progresistas, cambiara la forma de “llevar la cárcel”. Victoria Kent dimitió como directora general de Prisiones en junio de 1932 porque su proyecto reformista, basado en la mejora de las condiciones carcelarias y la reinserción de los presos, perdió respaldo político: la derecha la acusaba de indulgente, la izquierda radical exigía cambios más rápidos y los motines en algunas cárceles agravaron las críticas, dejándola sin el apoyo necesario para continuar sus reformas.

Biblioteca Nacional de España, 1932.