jueves, 29 de mayo de 2025

Ramón Franco, hermano de Francisco Franco, y la reconstrucción de la Aeronáutica Militar durante la Segunda República

En un momento crucial de la historia de España, tras la proclamación de la Segunda República, el comandante Ramón Franco, célebre por sus hazañas aéreas y su valor en situaciones extremas, asumió ,en 1931, un rol en la reorganización de la Aeronáutica Militar. Aunque su nombre era sinónimo de heroísmo en el aire, especialmente tras su histórica travesía en el hidroavión Plus Ultra y su lucha contra la tormenta cuando fue rescatado del naufragio del Eagle, su nueva tarea implicaba enfrentarse a un reto muy distinto: la reconstrucción burocrática y operativa de un cuerpo militar deshecho y carente de recursos.

En  1931, Ramón Franco dirigía desde un despacho del Ministerio de la Guerra una fuerza aérea que hasta entonces se había concebido más como una actividad deportiva que como un instrumento de defensa eficaz. Él mismo admitía que la aviación militar española requería un cambio profundo, orientándose hacia la profesionalización y eficiencia, aprovechando al máximo el capital humano, que consideraba excepcional.

Uno de los mayores obstáculos que enfrentó fue el colapso de la industria nacional relacionada con la aviación. Fábricas que antes empleaban a mil obreros especializados quedaron reducidas a menos de una décima parte de ese personal. Además, los presupuestos militares asignados para la aviación se habían reducido de manera drástica, pasando de un plan inicial millonario a una asignación mínima, lo que limitaba severamente cualquier posibilidad de desarrollo técnico y operativo.

Ante esta situación, Franco diseñó un programa inicial basado en la promoción de la aviación civil y la creación de una afición popular hacia las actividades aéreas. Para ello, impulsó la formación de secciones de propaganda y el fomento de vuelos sin motor, considerados útiles para el aprendizaje y para eliminar el temor de la población al espacio aéreo. Su idea era que, fomentando el interés en el mundo de la aviación, España podría construir una base sólida para el futuro de su aviación militar.

En el plano político, durante una entrevista realizada en mayo de  1931, Ramón Franco mostró su postura clara y honesta, aunque mantuvo una prudente reserva debido a su cargo oficial. Expresó su rechazo absoluto al comunismo, al que definía como una dictadura opresora, y defendió un programa de democracia real y pacífica. Su ideal político abarcaba el respeto a las leyes votadas en un Parlamento legítimo, la igualdad ante la justicia, la gratuidad y calidad de la educación adaptada a la capacidad de los individuos, la justa participación del trabajador en los beneficios del capital, y la redistribución de la tierra para quienes la trabajan. En suma, en  1931, Franco visualizaba una España que pudiera marcar el camino de la paz y la democracia en Europa, libre de extremismos tanto de derecha como de izquierda.

A pesar de su figura como militar, se definía a sí mismo como un hombre pacífico, al que la carrera militar le había llegado “por equivocación”. Durante la entrevista, mostró también su frustración por la falta de un himno definitivo para la República y por las dificultades cotidianas que enfrentaba en su puesto, incluyendo el tiempo perdido en atender peticiones de recomendaciones políticas y favores personales.

Biblioteca Nacional de España, 1931.



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